Asia, Líbano

15 lugares imprescindibles que visitar en Líbano

15 lugares imprescindibles que visitar en Líbano

Si vas a viajar pronto al Líbano, déjame decirte que este país de Oriente Medio te va encantar. Ciudades, ruinas romanas, montañas nevadas, valles, playas… Líbano tiene de todo.

¿Quieres conocer los lugares imprescindibles que visitar en Líbano? ¡Sigue leyendo!

BEIRUT

Mezquita de Mohammed Al-Amin en Beirut

Beirut es una de las capitales más fascinantes de Oriente Medio y el lugar perfecto para usar como base de operaciones cuando viajes a Líbano. 

Su ubicación permite que puedas alojarte allí y hacer excursiones de 1 día, ya que se encuentra en el centro del país; a menos de 2 horas en coche desde la capital, llegarás a los principales lugares imprescindibles que visitar en Líbano.

Aquí podrás disfrutar de impresionantes mezquitas, iglesias cristianas, barrios con encanto, un paseo marítimo, restos de construcciones de época romana, street art…

Descubre aquí todo lo que ver en Beirut.

ALREDEDORES DE BEIRUT

Además de la propia capital, cerca de Beirut hay lugares que puedes visitar en unas horas o medio día. De hecho, puedes agrupar varios de ellos para visitarlos juntos y aprovechar mejor el tiempo. 

Gruta de Jeita

Interior de la Gruta de Jeita (foto de Libshop, ya que está prohibido hacer fotos en el interior de la cueva)

A unos 18 kilómetros al norte de Beirut se encuentra la Gruta de Jeita, una de las maravillas naturales del Líbano. La gruta está formada por dos cuevas de piedra caliza de origen kárstico, conectadas por su interior.

La superior alberga la estalactita más grande del mundo y se pueden recorrer a pie por unas pasarelas construidas para no alterar el entorno. Está formada por varios espacios comunicados entre ellos, y tiene una altura de hasta 120 metros.

En cambio, la inferior sólo se puede visitar en pequeños barcos, ya que está formada por los canales de un río subterráneo, ubicado a 60 metros de profundidad. Por desgracia no pudimos visitar la cueva inferior, ya que viajamos al Líbano en abril y el acceso a esta parte está prohibido en invierno, ya que el nivel del agua es demasiado alto.

Puedes encontrar más información sobre la Gruta de Jeita en su página web.

Harissa

Santuario de Nuestra Señora del Líbano y detrás la Catedral de Harissa

Harissa-Daraaoun está ubicada a unos 30 kilómetros al norte de Beirut y se puede combinar con la visita a la Gruta de Jeita. Se encuentra a unos 600 metros sobre el nivel del mar, por encima de Jounieh, hasta donde se puede llegar mediante un teleférico (Le Téléphérique).

Destaca por el Santuario de Nuestra Señora del Líbano, dedicado a la Virgen María e inaugurado en 1908. Está formado por una estatua blanca sobre una estructura que alberga una pequeña capilla, y una moderna Catedral de Harissa, de culto maronita, construida en hormigón y vidrio.

Es un importante centro de peregrinación en el Líbano, especialmente en el mes de mayo; cada primer domingo del mes, el Patriarcado Maronita del Líbano celebra la festividad de Nuestra Señora del Líbano en este santuario.

No te pierdas las vistas de la Bahía de Jounieh que tendrás al subir al santuario, ¡son espectaculares!

Basílica greco-melquita de San Pablo

Exterior de la Basílica Greco-melquita de San Pablo

Líbano tiene una gran población cristiana, entre la que destaca la comunidad de los greco-católicos melquitas, que pertenece al Patriarcado de Antioquía. Los melquitas viven sobre todo en Líbano y Siria, y utilizan el árabe para sus liturgias.

La sede de la iglesia greco-católica melquita se encuentra en Harissa, en la Basílica de San Pablo, que llama la atención por su precioso exterior de estilo bizantino y su interior decorado a base de mosaicos.

La construcción de la basílica empezó a finales de los años 40 y se consagró en 1998.

Bahía de Jounieh

Vistas de la Bahía de Jounieh desde el teleférico

La ciudad de Jounieh (o Joünié) está situada a orillas del Mediterráneo, al norte de Beirut y a los pies de la colina donde se encuentra Harissa. En ella se mezclan construcciones tradicionales libanesas con modernos rascacielos.

Jounieh alberga el Casino du Liban, el mayor casino del Líbano y de todo Oriente Medio que, hasta finales de los 80 (cuando tuvo que cerrar por la guerra), era frecuentado por las élites europeas y árabes.

También aquí destaca el Museo del Patrimonio Libanés y el teleférico que une Jounieh con Harissa y que está abierto todo el año. Aunque no visites la ciudad, merece la pena que bajes desde Harissa con el teleférico, mientras disfrutas de las vistas.

BYBLOS

Iglesia de San Juan-Marc en Byblos

A mitad de camino entre Beirut y Trípoli, y bañada por las aguas del Mediterráneo, se encuentra Byblos, considerada como la ciudad más antigua del mundo habitada de manera interrumpida. Y es que hace 6 mil años, allá por el Neolítico, se establecieron aquí las primeras civilizaciones. Byblos fue una importante ciudad fenicia, habitada más tarde por persas, griegos y cruzados.

Hace 5 mil años en Byblos se fabricaba papel, a base del papiro que llegaba de Egipto y que se usaba para comprar madera de cedro. Desde Byblos, el papel se exportaba a otros lugares del Mediterráneo. 

Su nombre, Byblos, le fue dado por los griegos y romanos y el nombre de la Biblia se atribuye a esta ciudad, ya que se considera que la primera biblia se hizo con papel procedente de Byblos. En árabe se conoce como Jbeil, un diminutivo de la palabra ŷabal, que significa montaña.

Además, se cree que aquí se inventó el alfabeto fenicio, considerado el predecesor del alfabeto griego y el latino, así como de la mayoría de alfabetos que usamos en la actualidad.

Yacimiento arqueológico de Byblos

Qué ver en Byblos

  • Yacimiento arqueológico de Byblos: es el único del mundo en el que los visitantes pueden pisar suelo fenicio y de aquí proceden muchas de las piezas que se exhiben en el Museo Nacional de Beirut. Alberga numerosos restos de diferentes épocas, como las murallas fenicias, un pequeño teatro romano, el templo de Baalat Gebal, el Templo de los Obeliscos, la necrópolis (donde se encontró el sarcófago del rey Ahiram, expuesto en Beirut), la fuente del rey…
  • Castillo de los Cruzados: fue construido en el siglo XII utilizando piedra caliza y restos de las ruinas romanas; es una estructura formada por 5 torres defensivas y un foso. No dejes de subir a la parte alta, desde donde se pueden ver casi todas las ruinas del yacimiento de Byblos
  • Casa de Otman Al Housami: ubicada a orillas del mar, esta casa de estilo otomano perteneció a un comerciante local y destaca por ser un maravilloso ejemplo de la arquitectura libanesa
  • Iglesia de San Juan-Marc: data del año 1115 y fue construida por los cruzados en estilo románico y consagrada originalmente a San Juan Bautista. En la actualidad, está dedicada a San Juan-Marc, patrón de Byblos, y es de culto maronita
  • Mezquita al-Fateh: fue construida en 1648 sobre los cimientos de una construcción romana y destaca por su cúpula azul
  • Puerto de Byblos: navegado originalmente por barcos fenicios, el puerto de Byblos conserva en la actualidad algunas construcciones cruzadas del siglo XII, como las dos torres que flanquean su entrada. Aquí cargan sus barcos los pescadores que venden su captura cada día a los restaurantes de la zona
  • Casco viejo de Byblos: aunque ha sido reconstruido en gran parte, pasear por los antiguos zocos y las callejuelas de Byblos es un auténtico placer; aquí se mezcla la arquitectura oriental con el ambiente mediterráneo

BATROUN

Catedral de San Esteban de Batroun

Ubicada a unos 15 kilómetros al norte de Byblos, Batroun fue una de las ciudades fenicias más importantes de Líbano. Su población es mayoritariamente cristiana (maronitas, melquitas y griegos ortodoxos) y es un importante destino turístico en Líbano.

En Batroun podrás encontrar lugares históricos, como la Muralla Fenicia o el zoco, iglesias católicas y ortodoxas, playas de aguas turquesas, calles con encanto plagadas de tiendas y restaurantes… También destaca por su animada vida nocturna y por el Festival Internacional de Batroun, en el que participan artistas libaneses e internacionales.

Si visitas Batroun hay algo que no debes dejar de probar, y es su famosa limonada. La ciudad está rodeada de bosques de cítricos y la limonada fresca que se produce aquí es famosa en todo el país.

Makaad El Mir, el Asiento del Príncipe de Batroun

Qué ver en Batroun

  • Catedral de San Esteban: la Catedral de Mar Estephan, de culto maronita, es una de las más bonitas del Líbano y uno de los imprescindibles que visitar en Batroun
  • Muralla Fenicia: tiene una longitud de más de 200 metros y fue construida por los fenicios sobre una barrera natural de dunas petrificadas para proteger a la ciudad de las olas
  • Zoco de Batroun: fue construido en el siglo XIX y, aunque sufrió una importante reforma en el 2000, en la actualidad sigue manteniendo puestos tradicionales de carnes, frutas… 
  • Makaad El Mir: el llamado Asiento del Príncipe es un balcón de estilo tradicional libanés construido sobre las rocas y con vistas al mar
  • Iglesia de Nuestra Señora del Mar: esta pequeña capilla fue construida sobre las ruinas de una iglesia bizantina y desde aquí se puede disfrutar de las vistas del mar y de la muralla
  • Playa de El-Basha: es una playa de piedras y aguas turquesas ubicada en pleno centro de Batroun
  • Fuerte de Mseilha: se ubica al norte de la ciudad y fue construido por los cruzados, aunque el edificio actual es de principios del siglo XVII

TRÍPOLI

Vista general de Trípoli (foto de Wikipedia)

Con una población musulmana mayoritariamente sunní, Trípoli es la segunda ciudad más importante del Líbano. Se ubica a unos 85 kilómetros al norte de Beirut y sus orígenes se remontan a los fenicios.

Su nombre es de origen griego y significa Tres Ciudades, ya que, junto con Tiro (al sur del país) y Arvad (en Siria) formaban la ruta comercial por la que circulaban la madera de cedro y el tinte púrpura, dos de los productos más valorados de la región.

Tras los fenicios, llegaron otras civilizaciones (asirios, persas, griegos, romanos, bizantinos, árabes, cruzados y otomanos), hasta que la ciudad cayó en manos de los mamelucos, que conquistaron uno de los últimos reductos cruzados del país. De hecho, Trípoli es la segunda ciudad con más arquitectura mameluca del mundo, sólo por detrás de El Cairo, la capital de Egipto.

En la actualidad es una ciudad eminentemente musulmana, en la que sigue habiendo conflictos con Siria o Israel y en la que la presencia de refugiados es muy notoria.

Castillo de Saint-Gilles en Trípoli (foto de Wikipedia)

Qué ver en Trípoli

  • Zoco de Trípoli: es el zoco más auténtico del Líbano, formado por callejones que forman un laberinto de tiendas de ropa, joyas, comida… Entre estos callejones hay pequeñas plazas, mezquitas, hammams y caravasares
  • Torre del Reloj: tiene una altura de 30 metros y fue un regalo del Imperio Otomano a la ciudad. Se encuentra en el parque Al Manchieh, en pleno centro de la ciudad
  • Castillo de los cruzados de Saint-Gilles: ubicado junto al zoco, es una fortaleza desde la que disfrutar de las vistas de la ciudad vieja. Fue construido en el siglo XII por los cruzados y se ubica en una colina conocida como “Monte de los Peregrinos”
  • Iglesias: pese a ser una ciudad musulmana, en Trípoli aún se conservan algunas iglesias cristianas, como la Iglesia Ortodoxa de San Nicolás, la Iglesia Católica de San Jorge, la Iglesia Maronita de San Miguel, la Iglesia Ortodoxa Armenia o la Iglesia de San Marón
  • Mezquitas: entre ellas están la Mezquita de Taynal (uno de los sitios religiosos más importantes de la ciudad), la Mezquita de Al-Mansouri, la Mezquita Al-Burtasi (la más bonita de las de estilo mameluco), la Mezquita Al-Attar…

VALLE DE QADISHA

Recorriendo el Valle de Qadisha

El Valle Santo (ése es el significado de “qadisha”) se encuentra al nordeste del país y es un valle con mucha historia, aunque, por suerte, con poco turismo extranjero. Salpicado de monasterios tallados en la roca, iglesias maronitas y bosques de cedros, el Valle de Qadisha es uno de los lugares más fascinantes que visitar en Líbano. 

Los pueblos del Valle de Qadisha son maronitas y éste es su valle sagrado. Los maronitas son una orden religiosa católica que llegó al valle huyendo de los musulmanes omeyas en el siglo VII. En la actualidad, Qadisha sigue siendo el hogar de la mayoría de los cristianos maronitas del Líbano, por lo que es una región mayoritariamente católica.

Aquí destacan las iglesias maronitas de piedra con cubiertas rojas pero, sobre todo, los pequeños monasterios enclavados en los laterales de las montañas, y en los que los monjes maronitas practicaban la vida asceta. 

Monasterio Deir Mar Antonius Qozhaya, dedicado a San Antonio el Grande

Qué ver en el Valle de Qadisha

  • Bisharri o Bcharre: es el pueblo más importante del valle y se levanta a 1400 metros de altura. Es uno de los destinos de vacaciones favoritos de los libaneses
  • Monasterio Deir Mar Antonius Qozhaya: construido a finales del siglo IX, es uno de los monasterios más antiguos del valle, además de uno de los más grandes. Está dedicado a San Antonio el Grande y albergó durante un tiempo la sede del Patriarcado Maronita
  • Monasterio Deir Qannoubin: destaca por su iglesia construida en la roca en la que se conservan frescos de los siglos XVIII y XIX. Fue durante 4 siglos la sede del Patriarcado Maronita
  • Monasterio Deir Mar Lichaa: es uno de los monasterios más bonitos del valle y se considera que aquí fue donde se fundó la orden maronita. En el siglo XIV fue la residencia de los obispos maronitas de Qadisha
  • Monasterio de Nuestra Señora de Hawqa: se encuentra a más de 110 metros de altitud y fue fundado a finales del siglo XIII. Está formado por una ermita y una cueva, que fue utilizada desde el Paleolítico
  • Monasterio de Mar Sarkis: recibe el nombre de Ojo Vigilante de Qadisha, ya que se ubica a 1500 metros de altitud, y está dedicado a los santos Sergio y Baco. Está formado por varios edificios de diferentes épocas
  • Bosque de los Cedros de Dios: es uno de los bosques de cedros más importantes del Líbano. Se ubica a 2000 metros de altitud, en el monte Makmal. Debido a la tala masiva, el cedro llegó a estar en peligro de extinción, por lo que el gobierno declaró los bosques como protegidos. Este bosque en concreto, que alberga cedros de más de 3000 años de edad y más de 30 metros de altura, es el único del país declarado Patrimonio de la Humanidad

VALLE DE LA BEKAA

Chateau Ksara, la bodega más antigua del Líbano en el Valle de la Bekaa

Ubicado al este de Beirut, el Valle de la Bekaa (o Beqaa) es una zona fértil flanqueada por las cordilleras del Líbano y el Antilíbano. Tiene una longitud de unos 120 kilómetros y una anchura de 16, y es el origen de los ríos Orontes y Litani.

Esta zona del país, cercana a Siria, está plagada de controles militares en las carreras y banderas de Hezbollah, así como de campos de refugiados de ACNUR. 

A mí personalmente me impactó mucho verlos, instalados prácticamente junto a la carretera, en una zona que, en los meses de invierno, soporta unas temperaturas demasiado bajas para la infraestructura de los campos, hecha a base de lonas.

Algunos de los lugares más interesantes que visitar en el Valle de la Bekaa son Zahle, Baalbek o Anjar. Zahle es la capital de la región y se encuentra en un entorno vinícola, que la convierte en una de las zonas productoras de vino del país.

También aquí se encuentra Chateau Ksara, la bodega más antigua del Líbano, que produce el vino más famoso del país y en la que se puede hacer una cata de vinos libaneses.

BAALBEK

Templo de Baco, la joya de Baalbek

Baalbek es una ciudad ubicada al norte del Valle de la Bekka, a unos 85 kilómetros al este de Beirut. Sus orígenes se remontan a la Edad de Bronce, cuando se asentaron aquí los fenicios, que construyeron un santuario dedicado al dios Baal, de donde surge el nombre de la ciudad, Baalbek.

Destaca por sus templos romanos, construidos entre los siglos I y III para venerar a la Tríada heliopolitana: Júpiter, Mercurio y Venus. Este yacimiento arqueológico es uno de los más importantes de Oriente Medio y fue declarado Patrimonio de la Humanidad en 1984.

Durante siglos, Baalbek sufrió modificaciones (se construyeron iglesias y mezquitas), saqueos, e incluso terremotos, que destruyeron gran parte de los templos. Pese a ello, las ruinas de Baalbek están consideradas como las más grandes y mejor conservadas del Imperio Romano.

Gran Patio del conjunto de Baalbek

Qué ver en Baalbek

  • Propileos: formado por 12 columnas de granito (de las cuales sólo se conservan 6), se accede a ellos tras subir una escalinata. Desde aquí ya podrás hacerte una idea del tamaño del conjunto, ya que se conserva un capitel corintio prácticamente intacto en el suelo
  • Patio Hexagonal: se accede tras cruzar los Propileos y es un patio de forma hexagonal construido en el siglo III; originalmente estaba cubierto, pero en la actualidad queda al aire libre. Aquí los fieles descansaban y se preparaban antes de entrar al templo propiamente dicho
  • Gran Patio: tiene una planta ligeramente rectangular, de unos 100 metros cada lado, flanqueado por muros laterales. En el centro del patio se conserva un altar, utilizado probablemente para hacer sacrificios, así como restos de columnas, nichos…
  • Templo de Júpiter: se asienta sobre una plataforma de 88 metros de largo y 48 de ancho. Estaba formado por 54 columnas corintias, de las que únicamente se conservan 6, que tienen unas dimensiones enormes (más de 20 metros de altura y 2,5 metros de alto). 8 de las columnas originales fueron llevadas a Estambul por orden de Justiniano para ser utilizadas en Santa Sofía. Sobre la columnata se conserva parte del friso decorativo, adornado con figuras de de animales
  • Templo de Baco: fue construido en el siglo II y es la imagen más representativa de Baalbek. Es el templo mejor conservado del conjunto y en él podrás apreciar muchísimos detalles decorativos (bajorrelieves, esculturas…), además de la puerta monumental de acceso, las columnas adosadas a los muros, las hornacinas…
  • Templo de Venus: su forma es circular y se ubicaba junto a otro templo conocido como Templo de las Musas, que hoy no se conserva. Se encuentra fuera del recinto, por lo que se puede ver incluso antes de entrar al conjunto de los templos

ANJAR

Ruinas de Anjar. Al fondo, tras esas montañas, se encuentra Siria

A unos 60 kilómetros al este de Beirut y al sur del Valle de la Bekka, se encuentra Anjar, la que fue una de las ciudades más importantes del califato omeya en el Líbano. 

El omeya fue el segundo de los cuatro califatos que surgieron tras la muerte de Mahoma y destaca por su afán expansivo. Desde sus inicios, los omeyas mantuvieron contacto con tribus nómadas de Oriente Medio, lo que permitió su expansión en esta zona.

Anjar fue construida entre 705 y 715 en la ruta comercial que unía Damasco con el Mediterráneo. Tenía planta rectangular con 4 entradas, orientadas hacia los 4 puntos cardinales, y de ellas salían el cardo y el decumano, las calles principales de la ciudad, tomadas de la tipología de las ciudades romanas.

Anjar, la joya omeya del Líbano

En la actualidad se conservan en Anjar los restos de varios edificios, entre los que destaca el Pequeño Palacio, que aún mantiene en pie uno de sus muros, así como varias columnas y arcadas.

Anjar fue una de las ciudades más importantes del califato omeya y la única de esta dinastía que se conoce en el Líbano. Desde 1984 forma parte del Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y, a diferencia de otros lugares del Líbano, aquí no hay restos de otras civilizaciones, todo lo que se conserva en Anjar es de la época omeya, lo que convierte a este lugar en un enclave único.

DEIR EL-QAMAR

Se ubica a unos 40 kilómetros hacia el sudeste de Beirut y su nombre en árabe significa Monasterio de la Luna. Pertenece a la Gobernación del Monte Líbano, de la que fue capital entre los siglos XVI y XVIII. Durante su máximo apogeo, Deir el-Qamar fue el centro de la vida literaria del país.

Aunque fue un lugar destacado para la población drusa del Líbano, en Deir el-Qamar vivió gente de todas las religiones, y llegó a tener una mezquita, una sinagoga y varias iglesias cristianas. En la actualidad, casi el 100% de la población de Deir el-Qamar es cristiana (melquitas y maronitas).

Disfrutando de las vistas en Deir el-Qamar

Qué ver en Deir el-Qamar

  • Mezquita Fakhreddine: fue construida a finales del siglo XV y destaca por su minarete de planta octogonal. Es la mezquita más antigua de la Gobernación del Monte Líbano
  • Palacio de Fakhreddine II: se construyó a principios del siglo XVII por orden del emir que le dio nombre. En la actualidad, alberga un museo de cera
  • Palacio del Emir Youssef Chehab: actualmente alberga el Ayuntamiento de Deir el-Qamar
  • Sinagoga de Deir el-Qamar: es una de las escasas sinagogas judías que se conservan en el Líbano y fue construida en el siglo XVII. En la actualidad está cerrada al público.
  • Iglesia de Saidet El Talle: Nuestra Señora de la Colina es una iglesia de culto maronita, del siglo XVI, construida sobre los restos de una antigua iglesia que, a su vez, se había levantado sobre un templo fenicio. Es uno de los sitios históricos y religiosos más importantes de la ciudad
  • Casas típicas de la arquitectura libanesa, en las que destacan las cubiertas de tejas rojas

PALACIO DE BEITEDDINE

El Palacio de Beiteddine es uno de los lugares imprescindibles que visitar en Líbano

Prácticamente al lado de Deir al-Qamar se alza el Palacio de Beiteddine, en una colina de la Gobernación del Monte Líbano. Data del siglo XIX y está considerado como la Pequeña Alhambra, o la Alhambra del Líbano.

Fue construido por el emir Bashir II, quien lo convirtió en su residencia hasta 1840. Tras esto, ha sido residencia del gobierno otomano y, durante el mandato francés, edificio administrativo.

Desde 1943 es la residencia de verano del presidente del país y en la actualidad sólo se puede visitar una parte del palacio y los jardines, ya que la otra se mantiene como residencia privada.

Aunque quedó muy dañado durante la guerra civil, ha sido restaurado y hoy alberga se conservan salas de reuniones, el hammam, habitaciones o los establos, donde se pueden ver mosaicos bizantinos procedentes de diversas partes del país.

BAROUK

Bosque de Cedros de Shouf

Esta localidad, perteneciente también al Monte Líbano, se encuentra a poco más de 50 kilómetros al sudeste de Beirut. Es el lugar perfecto para amantes del senderismo y un destino muy popular tanto para libaneses como para turistas.

Barouk es conocida principalmente por la Reserva de la Biosfera de Shouf, que alberga el bosque de cedros más antiguo del país. El cedro es un emblema del Líbano y un símbolo de prosperidad; aparece en su bandera y muchos de los cedros que hay en el país tienen una antigüedad de más de mil años.

Su población está formada mayoritariamente por drusos y cristianos (maronitas y melquitas).

SIDÓN

Castillo de Sidón (foto de Visit Lebanon)

Ubicada a unos 50 kilómetros al sur de Beirut, Sidón (o Saida en árabe) fue fundada por los fenicios hace más de 5000 años y en la actualidad es la tercera ciudad más grande del Líbano.

Sidón fue uno de los puertos marítimos más importantes del Mediterráneo y un lugar clave en las rutas comerciales que unían Oriente y Occidente. Debido a ello, fue conquistada en numerosas ocasiones, por asirios, babilonios, egipcios, persas, griegos, romanos, árabes, otomanos y cruzados.

Es por ello que en Sidón encontrarás muestras de diferentes culturas y civilizaciones, aunque la mayoría de los restos antiguos fueron expoliados. Se conservan algunos restos de edificios de los siglos XII y XIII, la época en la que los cruzados llegaron a Sidón.

Zoco de Sidón (foto de Visit Saida)

Qué ver en Sidón

  • Castillo del Mar o Castillo de Sidón: Es una fortaleza construida por los cruzados a principios del siglo XIII sobre los restos de un templo fenicio. Se encuentra cerca del puerto y es uno de los imprescindibles que visitar en la ciudad
  • Museo del jabón: se ubica en una fábrica de jabones del siglo XVII y muestra un recorrido por la historia del jabón en la zona y su fabricación
  • Khan al-Franj o Caravasar de los franceses: es un caravasar, edificaciones que se construían en las principales rutas que hacían las caravanas para el comercio; aquí, los integrantes de la caravana podían dormir, descansar, asearse… El de Sidón fue construido en el siglo XVI y su nombre se debe a que albergó a mercaderes franceses, llegando a convertirse en la Embajada de Francia en el Líbano en el siglo XIX
  • Palacio Debbane: construido como residencia particular a principios del siglo XVIII en estilo otomano, en la actualidad alberga el Museo de Historia de Sidón
  • Zoco de Sidón: es un conjunto de estrechas callejuelas en las que los comerciantes se dividen por oficios y en las que también puedes vez mezquitas y hammams
  • Qalaat Al Muizz o Castillo de San Luis: fue construido por los cruzados en el siglo XIII sobre una antigua fortaleza fatimí
  • Gran Mezquita Omari: es una de las mezquitas más antiguas del sur del Líbano y destaca por su ubicación en la ciudad con vistas al mar. Ha sufrido varios ataques, por lo que ha tenido que ser restaurada en varias ocasiones
  • Templo de Eshmun: es un templo fenicio dedicado al dios de la coronación y se encuentra a unos dos kilómetros a las afueras de Sidón. Se construyó en el siglo VII a.C. y apenas se mantienen unos restos del conjunto
  • Cementerio de guerra británico de Sidón: fue construido en plena Segunda Guerra Mundial por las tropas británicas que ocupaban el Líbano y contiene 176 tumbas de la Commonwealth y 9 de otras nacionalidades

TIRO

Columnata romana en Tiro (foto de La Vanguardia)

La mayor ciudad del sur del país se encuentra a unos 40 kilómetros de Sidón, por lo que es perfecta para hacer una visita el mismo día. Al igual que Sidón, la ciudad de Tiro tiene más de 5000 años de historia, por lo que podrás ver ruinas de distintas épocas y civilizaciones.

En torno al año 3000 a.C., los fenicios construyeron aquí una ciudad que alcanzó su época dorada en el siglo X a.C. Era una ciudad amurallada situada con una gran peculiaridad; la mayoría de las construcciones no se ubicaban en la costa, si no en las islas cercanas a la misma.

Esto se hacía para mejorar la defensa de la ciudad, que se convertía casi en inexpugnable. De hecho, sufrió numerosos intentos de conquista, pero sólo Alejandro Magno lo consiguió, en el año 333 a.C.

Tras ello, la ciudad pasó a pertenecer a Grecia y más tarde al Imperio Romano, pero fue conquistada después por bizantinos, árabes, cruzados, mamelucos y otomanos.

Necrópolis de Tiro (foto de Wikipedia)

Qué ver en Tiro

  • Yacimiento de Al-Bass: aquí se pueden encontrar ruinas romanas y bizantinas. Destaca por el cementerio en el que se conservan numerosos sarcófagos, templos, capillas…, el arco del triunfo que separa la parte bizantina de la romana, las arcadas que albergaban comercios romanos y el hipódromo, el mejor conservado del mundo
  • Yacimiento de Al-Mina: está ubicado en la isla que originalmente estaba frente a la costa, pero que Alejandro Magno unió a tierra firme gracias a los escombros de los edificios que destruyó. Destaca por la calzada romana que llega hasta el mar, los sarcófagos, un gran mosaico o los baños romanos

Espero que este recorrido por los lugares imprescindibles que ver en Líbano te haya convencido para visitar este precioso país.

[Las fotos de Trípoli, Sidón y Tiro no son mías, ya que no llegamos a visitar estas tres ciudades, pero aún así las considero como imprescindibles que visitar en Líbano].

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