¡Bienvenido a Bruselas! La capital de Bélgica tiene la dudosa fama de ser una de las capitales menos bonitas de Europa. Es obvio que si la comparas con grandes capitales europeas como Roma, París, Edimburgo, Budapest…, sale perdiendo, pero permíteme que te diga que Bruselas tiene mucho que ofrecer.
Bruselas es capital de Bélgica desde 1830, año en el que se independizó de los Países Bajos y se nombró a Leopoldo I como primer rey de la nueva nación. Desde los años 60, Bruselas se convirtió en la capital de la futura Unión Europea (aunque la UE como tal no se fundó hasta 1993).
Para albergar a las instituciones de la UE, se construyeron numerosos edificios modernos en Bruselas durante las décadas de los 60-70. Estos edificios no respetaban la estética de la ciudad y destruyeron gran parte de su patrimonio arquitectónico. A este proceso se le conoce con el término “Bruselización” y es el que ha dotado a Bruselas de esa imagen de ciudad fea.
Bruselas alberga la sede del Parlamento Europeo, la Comisión Europea, el Consejo Europeo, el Consejo de la Unión Europea y la sede de la OTAN. Además, está considerada como la “Capital de Europa”.

CÓMO MOVERSE POR BRUSELAS
Bruselas, como muchas ciudades europeas, dispone de una red de metro, tranvía y autobús, pero lo cierto es que es una ciudad pequeña y cómoda para visitar a pie, así que lo normal será que sólo utilices el metro para llegar a algunos puntos más apartados, como el Atomium, o el Parque del Cincuentenario.
Los billetes se pueden comprar en las estaciones de metro (también se pueden comprar a los conductores de autobús, aunque sale algo más caro). El precio de un billete sencillo es de 2,10€, pero hay bonos de 5 billetes por 8€ o 10 billetes por 14€, que salen bastante rentables si vas a coger el transporte público varias veces durante tu viaje.
Eso sí, ¡no te olvides de validarlo!, tanto en el metro (antes de entrar) como en el tranvía o autobús (hay varias máquinas dentro). Si no lo validas y viene un revisor, te pueden multar.

Metro de Bruselas: El metro de Bruselas tiene 4 líneas de metro normal y 2 de metro ligero, aunque las estaciones son las mismas en algunos casos: las líneas 1 y 5 recorren Bruselas de este a oeste y las líneas 2 y 6 son circulares. Las líneas 3 y 4 (metro ligero) recorren la ciudad de norte a sur, pero probablemente no las llegues a utilizar durante tu viaje.
Tranvía en Bruselas: Hay 19 líneas de tranvía en Bruselas, pero lo más probable es que no tengas la necesidad de utilizarlas, ya que a todos los puntos se puede llegar a pie o en metro. Las líneas 92 y 94 recorren la parte alta de la ciudad y se utilizan para llegar al Palacio Real, el barrio du Sablon, el Palacio de Justicia…, y son las más utilizadas por los turistas
Tren en Bruselas: Aparte del metro, tranvía y autobús, por Bruselas circulan también varios trenes, que unen estaciones dentro de la ciudad o que la comunican con otras ciudades como Gante, Brujas, Amberes, Lovaina…
QUÉ VER EN BRUSELAS
Grand Place
Es uno de los sitios más bonitos que ver en Bruselas. La Grand Place (Grote Markt en flamenco) tiene su origen en el siglo XI, cuando se instaló aquí el primer mercado de la ciudad. Con el tiempo, el mercado se fue ampliando y en la primera mitad del siglo XV se construyó el Ayuntamiento, con su torre de 96 metros de altura, convirtiendo a esta plaza en la sede del poder municipal.

Frente al ayuntamiento, había un edificio de madera del siglo XII en el que se vendía pan; en el siglo XV fue sustituido por un edificio de piedra de estilo gótico tardío, que se reconstruyó a finales del siglo XIX en estilo neogótico. Se conoce a este edificio como la Casa del Rey y en la actualidad alberga el Museo de la Ciudad de Bruselas.
Alrededor de la plaza se levantaron otros edificios y casas gremiales, hechas en madera, la mayoría de las cuales se destruyeron en el bombardeo de Bruselas de 1695 por parte de las tropas francesas y fueron reconstruidas más tarde en piedra.
El conjunto de la plaza es Patrimonio de la Humanidad por la Unesco y, además del Ayuntamiento y de la Casa del Rey, tiene varios edificios destacados, como la Maison des Ducs de Brabant, Le Pigeon (donde se alojó el escritor francés Victor Hugo), Le Renard, Le Cornet o Le Roy d’Espagne (una cervecería con vistas preciosas de la plaza).

La Grand Place es un espacio público y está abierto 24 horas al día todos los días del año. Si quieres visitar el Ayuntamiento, te recomiendo que organices tu visita con tiempo, ya que las visitas tienen horarios muy reducidos. Puedes consultarlos y comprar la entrada en su página web.
Manneken Pis
Aunque parezca imposible, esta estatua de apenas 50 centímetros que representa a un niño haciendo pis es uno de los símbolos de Bruselas. La figura original data del siglo XIV, pero la que podemos ver es una copia del siglo XVII, ya que la original fue robada.
Se encuentra muy cerca de la Grand Place, en la esquina que forman las calles L’Etuve y Chêne. El conjunto está formado por la figura del niño dentro de una especie de hornacina haciendo pis en una fuente. Está rodeado por una valla que impide que la gente se acerque y siempre hay hordas de turistas esperando para hacerse un selfie con “el niño meón”.

El Manneken Pis tiene más de 800 trajes, la mayoría de ellos regalados por presidentes del gobierno de otros países, pero también disfraces de Elvis, jugador del Real Madrid, Obelix, peregrino del Camino de Santiago, Santa Claus…
Además del Manneken Pis, Bruselas tiene otras 2 estatuas del mismo estilo: Jeanneke Pis, una niña haciendo pis que se encuentra frente al Delirium Tremens, y Zinneke Pis, un perrete haciendo pis en un bolardo de la acera.
Galerías Saint Hubert
Al norte de la Grand Place se encuentran las Galerías Reales Saint Hubert, construidas a mediados del siglo XIX y que sirvieron como inspiración para el diseño de otras famosas galerías cubiertas como la Galleria Vittorio Emmanuel de Milán.
Existen dos galerías principales, la Galería del Rey, al norte, y la Galería de la Reina, al sur. Además, hay una pequeña galería añadida posteriormente en uno de los laterales de la Galería del Rey, la Galería de los Príncipes. Todo el complejo está cubierto por unas bóvedas acristaladas que permiten que entre la luz, pero evitan que entre el agua de la lluvia.

En su interior se mezclan tiendas de artículos de lujo, librerías, un cine, un antiguo teatro, un pequeño museo y varias cafeterías, entre ellas, Maison Dandoy, donde probarás los mejores gofres de tu vida (pero de eso ya te hablaré en otro post…).
Las Galerías Saint Hubert están abiertas todo el día, aunque los locales de su interior tienen horario comercial.
Catedral de Bruselas
La Catedral de San Miguel y Santa Gúdula es de estilo gótico y se construyó sobre una antigua iglesia románica. Se terminó de construir en el siglo XV y su estado de conservación es muy bueno, ya que fue restaurada por completo hace apenas 40 años.

Su fachada principal es de estilo gótico francés, está franqueada por dos torres cuadradas y tiene 3 puertas. Sin embargo, en vez de un rosetón, sobre la puerta central hay una gran vidriera. El interior es sobrio, formado por 3 naves separadas por columnas con figuras de los 12 apóstoles. Tiene vidrieras góticas, un órgano imponente de 4 tubos y un púlpito barroco. Además, el cuerpo central está flanqueado por pequeñas capillas laterales.
La entrada a la catedral es gratuita, pero el Tesoro y la Cripta son de pago (2 y 3€ respectivamente). Se puede visitar de lunes a viernes de 7.00 a 18.00, sábados de 15.00 a 18.00 y domingos de 14.00 a 18.00. Los sábados a las 14.00 hay una visita guiada gratuita que dura aproximadamente 1 hora.
Mont des Arts
El Mont des Arts es el mirador más famoso de Bruselas, y junto a él se encuentran importantes museos como el Museo Magritte, los Museos Reales de Bellas Artes de Bélgica, el Museo BELvue o el Museo de Instrumentos Musicales (MIM), además de la Biblioteca Real de Bélgica y el Palacio de Congresos.

Debo decir que a mí las vistas desde el Mont des Arts, no me parecen espectaculares. Lo bueno es que se encuentra cerca del Palacio Real de Bruselas y de la Iglesia de Notre Dame du Sablon, así que es fácil que pases por allí durante tu visita, por lo que puedes perfectamente hacer una parada para decidir por tí mismo si merece la pena.
Notre Dame du Sablon
La Iglesia de Notre Dame du Sablon se construyó en el siglo XV, y se encuentra en el Barrio de Sablon, uno de los más elegantes de la ciudad. Es de estilo gótico brabantino y su interior recuerda a la Catedral de Bruselas, aunque más sencilla. Está considerada como una de las iglesias más bonitas de Bélgica.
La iglesia abre de lunes a viernes de 9.00 a 18.30 y sábados y domingos de 10.00 a 19.00, y la entrada es gratuita.

Se encuentra en la Place du Grand Sablon, una plaza muy animada en la que hay restaurantes, cafeterías, chocolaterías… en edificios de los siglos XVII y XVIII. Pero además, en este barrio no te puedes perder la Place du Petit Sablon, al sur de la iglesia, un pequeño parque con estatuas que representan a belgas ilustres y a los antiguos gremios medievales.
Ruta del comic
La Ruta del cómic de Bruselas se creó en 1991 e incluye más de 60 murales en diversos edificios de la ciudad; se diseñó para promocionar algunos barrios menos visitados de la ciudad, restaurando edificios abandonados y pintando sus muros. Además, con ella se pretendía recalcar la importancia del cómic en el país en el que surgió.
Es una ruta que va cambiando, ya que cada año surgen nuevos graffitis, y los principales se encuentran en el centro de la ciudad. Estos murales representan obras de autores belgas como Hergé, Peyo, Uderzo, Goscinny… y a personajes de sobra conocidos como Tintín, Astérix y Obélix, Lucky Luke, Spirou…

Se puede hacer por libre, comprando el folleto “Bruxelles, capitale de la Bande Dessinée” en las oficinas de turismo, aunque seguro que te encuentras con varios de estos graffitis simplemente paseando por la ciudad.
Si lo prefieres, puedes visitar el Museo del Comic (Centre Belge de la Bande Dessinée), ubicado en un edificio de estilo art nouveau y en el que se puede ver el proceso creativo de un comic, las técnicas utilizadas…, además de tener un espacio dedicado a Hegé (creador de Tintín, uno de los comics belgas más famosos).
Palacio Real de Bruselas
Es la sede de la monarquía belga, aunque desde hace tiempo no se utiliza como residencia real, ya que los reyes viven en el Castillo de Laeken, a las afueras de Bruselas. Se construyó a principios del siglo XIX y en la actualidad se utiliza como espacio para eventos y reuniones, además de albergar los despachos de los reyes y servir como alojamiento para jefes de estado de otros países.

No se puede visitar durante todo el año, sólo desde el 21 de julio (Fiesta Nacional de Bélgica) hasta mediados de septiembre, de martes a domingo de 10.30 a 17.00, y durante la visita se recorren varias estancias del palacio. La visita es gratuita, pero nosotras por desgracia no pudimos hacerla, ya que visitamos Bélgica en el mes de febrero.
Parque de Bruselas
El Parque de Bruselas también es conocido como Parque Real y es uno de los lugares preferidos de los habitantes de la ciudad. En la Edad Media, los Duques de Brabante utilizaban esta zona como coto de caza, pero en el siglo XVIII se diseñó un parque público, con fuentes, esculturas, etc., que se ubica entre el Palacio Real y el Parlamento Belga.
Nosotras no pudimos visitarlo ya que nuestro viaje coincidió con unos días de mucho viento en varios lugares del norte de Europa, por lo que el parque se cerró para evitar accidentes causados por la caída de los árboles. Aún así, pudimos verlo desde fuera, después de visitar el Consulado de España para pedir un salvoconducto tras la pérdida de mi DNI.
Museos

Aunque Bruselas no sea conocida por sus museos, hay algunos que merece la pena visitar, como el Museo de la ciudad de Bruselas, los Museos Reales de Bellas Artes, el Museo BELvue, el Museo Horta, el Museo de los Instrumentos Musicales, el Museo Magritte, el Museo del Cómic, el Museo de Historia Militar…
Place des Martyrs
Esta plaza de estilo neoclásico es un lugar precioso que merece la pena visitar, aunque no suele estar entre las visitas imprescindibles… Debe su nombre al monumento que se encuentra en el centro de la plaza y que conmemora a los mártires que lucharon por la independencia de Bélgica.

Su nombre original fue Plaza de San Miguel (Patrón de Bruselas). A principios del siglo XIX se cambió el nombre a Plaza de los Mártires, cuando se enterró aquí (en una cripta subterránea) a los héroes de la independencia. Cada año, en septiembre, se organizan diversos eventos para recordar a estos héroes, ya que esta plaza es un lugar muy importante para la identidad nacional belga.
Palacio de Justicia
Es la sede de los tribunales de justicia de Bélgica y, con sus 26.000 m², es uno de los edificios más grandes de Europa. Se ubica en la zona alta de Bruselas, en la Plaza Poelaert, desde donde se disfruta de unas bonitas vistas de la ciudad.
Se construyó a finales del siglo XIX, aunque la cúpula actual es nueva. La original se derrumbó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando los nazis incendiaron el edificio al abandonar Bélgica. Aún así, el edificio es espectacular, tanto su exterior como su interior, en el que destaca el vestíbulo, de más de 100 metros de altura.
La visita es gratuita y abre de lunes a viernes de 8.00 a 17.00. Los fines de semana y festivos está cerrado, así que si vas a estar en Bruselas durante el fin de semana, no podrás visitarlo.
Barrio de Marolles
Ésta es una recomendación totalmente personal pero, si tienes tiempo, no puedes dejar de visitar este barrio, uno de los barrios emergentes de Bruselas. Destaca el Mercado de Pulgas de la Place du Jeu de Balle, un mercadillo que se instala en la plaza de lunes a domingo. Aquí podrás encontrar antigüedades, muebles, joyas…

Después del mercado, dimos un paseo por el barrio, en cuyas calles podrás encontrar tiendas de ropa vintage, de discos, cafeterías…, además de galerías de arte y numerosos graffitis.
Porte de Hal
Se encuentra un poco alejada del centro de Bruselas, al final del Barrio de Marolles, y es lo único que se conserva de la antigua muralla de la ciudad. La muralla se construyó en la Edad Media, pero fue destruida durante el siglo XIX. Sólo se conservó este torreón, que hacía las funciones de prisión, aunque más tarde se utilizó como iglesia e incluso como almacén.

En la actualidad alberga el Real Museo de Arte e Historia, distribuido en varias plantas, y en el que se exponen armas, trajes, cuadros…, y una exposición interactiva sobre la historia de la ciudad. Además, desde la parte alta del torreón, se puede disfrutar de las vistas de Bruselas.
Para llegar hasta aquí, puedes ir en metro hasta Porte de Hal o caminando desde la Grand Place (se tarda unos 25 minutos). Abre de lunes a jueves de 9.30 a 17.00 y fines de semana de 10.00 a 18.00; los viernes está cerrado. La entrada cuesta 10€ para adultos, pero hay descuentos para niños, personas mayores, estudiantes, etc.
Barrio Europeo
Aquí se ubican la mayoría de los edificios de la Unión Europea y, aunque su nombre es Barrio de Leopold, se conoce comúnmente como Barrio Europeo. Nosotras no llegamos a visitarlo, ya que preferimos darle prioridad a otras zonas de la ciudad. Pero si tienes tiempo, puedes dar un paseo por aquí si vas a visitar el Parque del Cincuentenario.
Parque del Cincuentenario
Es otro de los lugares que queda alejado del centro de la ciudad, pero eso no impide que sea uno de los imprescindibles. Es un parque urbano en el que destaca el Arco del Cincuentenario, rematado por una cuadriga, que conmemora el 50 aniversario de la independencia de Bélgica, y que recuerda un poco a la Puerta de Brandenburgo de Berlín.

El arco forma parte del Palacio del Cincuentenario, que alberga 3 museos, pero aunque no quieras visitar ninguno de ellos, merece la pena que te acerques hasta aquí si tienes tiempo. Puedes hacerlo en metro, bajándote en Schuman o Mérode (líneas 1 y 5) y dar un paseo por el parque.
Basílica del Sagrado Corazón
A poco más de 30 minutos en metro del centro de Bruselas, en el barrio de Koekelberg, se encuentra esta impresionante basílica, de estilo art decó, que se construyó en el siglo XX para conmemorar el 75 aniversario de la independencia de Bélgica. Es la quinta iglesia más grande del mundo y destaca su enorme cúpula verde de 90 metros de altura, desde la que se disfruta de una vista panorámica de la ciudad.
Nosotras no llegamos a visitarla, ya que está alejada del centro y no teníamos tiempo suficiente, pero es una buena opción si tienes suficientes días para visitar la capital belga. Para llegar hasta aquí tendrías que coger el metro hasta Elisabeth o Simonis (líneas 2 y 6); desde allí caminar unos 15 minutos hasta la basílica.
Abre todos los días de 8.00 a 17.00 en verano y de 10.00 a 16.00 en invierno. La entrada tiene un precio de 6€ para adultos.
Atomium
Construido para la Exposición Universal de 1958, el Atomium se ha convertido en uno de los símbolos de Bruselas. Representa un átomo de hierro, formado por 9 esferas de 18 metros de diámetro y una altura total de 102 metros.

Las esferas se comunican entre sí mediante escaleras mecánicas y en su interior se organizan tanto exposiciones permanentes como temporales. Una de las exposiciones permanentes es sobre la propia Exposición Universal, y muestra dibujos, bocetos, documentos multimedia… Además, el Atomium ofrece a los colegios la posibilidad de dormir en una de las esferas y tiene un restaurante en la esfera superior.
A mí personalmente me encantó la visita al Atomium, pero hay gente para la que suele ser una visita decepcionante… Si lo quieres visitar, te recomiendo que compres la entrada con antelación en su página web, especialmente en temporada alta, ya que la taquilla no es muy grande y suele haber muchas colas.
El Atomium abre todos los días de 10.00 a 18.00 (aunque ahora con el Covid-19 sólo abre de viernes a lunes) y el precio de la entrada es de 16€ para adultos. Hay precios especiales para niños, personas mayores, estudiantes, personas con diversidad funcional…

Si viajas con niños, puedes combinar la visita al Atomium con Mini Europe, un recinto en el que se pueden ver más de 300 maquetas a escala 1/25 de los principales monumentos de Europa, como el Sacre Coeur de París, el Monasterio del Escorial en Madrid, el Big Ben de Londres, o la propia Grand Place de Bruselas.
La entrada combinada de Atomium + Mini Europe cuesta 29€ para adultos y sólo se puede comprar en las taquillas junto al Atomium.
Para llegar hasta el Atomium, tendrás que coger la línea 6 de metro hasta la estación de Heysel. Desde allí llegarás caminando al Atomium en pocos minutos.
Si quieres completar tu viaje a Bruselas, puedes añadir a tu ruta las ciudades de Brujas y Gante, dos de las maravillas que esconde Bélgica. Y si quieres saber cómo lo hice para volver de Bélgica después de haber perdido mi DNI, guárdate este post para saber qué hacer si pierdes el DNI o el pasaporte durante un viaje.
Pues la verdad es que me ha encantado el post. Estuvimos hace unos años en la ciudad y perdimos casi todas las fotos. Así que me has hecho un “remember” en toda regla jaja Además recuerdo que hicimos el free tour y muchos de los datos históricos nos los contaron. Enhorabuena!
A mí me ha pasado esto con algunos viajes antiguos, qué rabia… A ver si la cosa mejora y podéis volver a Bélgica!! 🙂